abrimos plazas para PNI Experience el 15 de septiembre

Bienvenida a mi mente inquieta
(y a un blog zen que no es como los demás)

Si has llegado hasta aquí, seguramente te has preguntado por qué no puedes controlar los antojos, por qué te sientes agotada sin motivo o por qué tu cuerpo parece estar en su propia misión secreta (sin consultarte).

Este no es otro blog de bienestar con frases tipo “confía en el proceso” mientras te quedas esperando un milagro. Aquí hablamos claro, pero también profundo. Porque no todo es cuestión de fuerza de voluntad ni de contar calorías: tu cuerpo es pura bioquímica… pero también energía, memoria celular y vibración.

Hablamos de glucosa, metabolismo, microbiota y emociones, pero también de Péndulo Hebreo, biodescodificación y cómo ciertos patrones invisibles pueden estar saboteándote. Porque sí, la ciencia es clave, pero lo que no se ve también influye.

Porque entender tu cuerpo no debería sentirse como un escape room sin pistas, ni como una guerra constante contra la comida y la culpa.

Aquí encontrarás respuestas concretas, estrategias reales y herramientas que combinan lo mejor de la ciencia y la energía. Y sí, todo con un toque de humor, porque si hay algo que he aprendido es que reírse un poco del proceso ayuda más que cualquier suplemento.

Así que bienvenida. Respira… pero no te quedes solo con eso. Vamos a lo importante.

Si sientes una conexión especial con la despensa y no puedes resistirte al dulce, puede que no sea solo cuestión de antojos, sino una señal de que tu estado de ánimo está pidiendo ayuda. Los antojos de azúcar y carbohidratos refinados están estrechamente ligados a la serotonina y la dopamina, neurotransmisores que regulan el bienestar y la motivación. Cuando estos niveles están bajos (por estrés, fatiga o desequilibrios en la microbiota), tu cuerpo busca un "subidón" rápido... y ahí entra el chocolate como falso salvador.
Los antojos no son solo cuestión de fuerza de voluntad. Cuando tu cuerpo está en desequilibrio—ya sea a nivel nutricional, emocional o energético—terminas comiendo sin control. En este post descubrirás cómo estabilizar tu glucosa, liberar bloqueos emocionales y equilibrar tu energía para que los antojos desaparezcan de forma natural, sin dietas ni restricciones. Dale a tu cuerpo lo que realmente necesita y olvídate del hambre impulsiva.
Si sientes que el picoteo se ha convertido en un hábito que no puedes controlar, puede que el problema no sea la falta de fuerza de voluntad, sino un vacío emocional más profundo. No encontrar el sentido de tu vida puede estar impulsando tus antojos, llevándote a buscar en la comida lo que te falta en otras áreas. El Proyecto Sentido nos ayuda a entender cómo las emociones heredadas y las experiencias tempranas moldean nuestra relación con la comida.
¿Los antojos te atacan sin previo aviso? No es falta de voluntad ni brujería, es tu nervio vago descontrolado. Este mensajero entre tu cerebro y tu intestino decide si comes por hambre… o porque tu glucosa y tu microbiota están saboteando tu autocontrol. La buena noticia: puedes hackearlo con nutrición, Flores de Bach, homeopatía y péndulo hebreo. ¡Dile quién manda!
¿Alguna vez te has encontrado devorando algo después de un día estresante o una discusión? La ira reprimida muchas veces se cuela en la comida en forma de antojos incontrolables o atracones emocionales. En este post, te cuento cómo evitar que tu enfado acabe en la nevera, con 4 enfoques que van desde las Flores de Bach hasta la Neurobioconexión. Y sí, hay solución antes de que desaparezca media despensa.